Sin haber cumplido la mayoría de edad, Lorenzo Fussi, “Lorfus” (su nombre artístico) se ha ganado el respeto y admiración de cientos de personas quienes el pasado viernes se acercaron hasta el Centro Cultural para vivir la final de “El Grito 2015”. Con un estilo simple, portando grandes lentes para leer y mucho entusiasmo por lo que vendrá, el joven llega hasta el club Santa Rosa para asistir a la clase de educación física a las 4 y 10 de la tarde, ya que a pesar de haber ganado fama y notoriedad, aun no ha terminado la secundaria.
A “Lorfus”, a diferencia de los grandes raperos, no lo motiva a escribir sus letras ni la droga, ni la marginalidad, ni la delincuencia que puede imperar en el barrio donde se nace; pero sobre esto dice “en los años de mi infancia nunca sentí lo que es tener un hogar, esos años han sido duros ya que he tenido que sufrir traslados de ciudades por ser hijo de padre militar, nunca me acostumbraba a tener un amigo y cuando lo hacía tenía que dejarlo”. Padre militar, madre odontóloga; “Lorfus” ha sufrido lo que muchos chicos sufren en estas decisiones que los padres en pos de la mejoría de su familia deben tomar, trasladarse de ciudad y comenzar de nuevo.
También, y como suele ocurrir con los géneros musicales no convencionales, manifiesta que el haber elegido el Rap como modo de vida (al principio) lo mantuvo aislado de una parte de su entorno, pero que luego y gracias al crecimiento hoy puede compatibilizar su amor por el Rap y su juventud en grupo.
En una interesante charla con Tal Cual Lorfus cuenta, “el Rap llega a mi vida hace un par de años, unos amigos me pasaron un par de canciones y en ese momento sentí que era para mí, luego fui agarrándole la mano y terminó por atraparme y tomarlo como mi género favorito; después comencé a improvisar algunas canciones hasta darle forma a las mismas y hoy estoy acá con mucho camino por recorrer”.
(lea la nota completa en TAL CUAL REGIONAL del miércoles 2 de setiembre 2015)
